El Black Friday marca el inicio de la temporada de compras navideñas y el consumo masivo, pero… ¿Y si estos precios atractivos, acaban siendo un dolor de cabeza para los consumidores?
Los ciberdelincuentes también tienen sus campañas de Black Friday preparadas, para aprovecharse de todas aquellas víctimas que caigan en alguna de sus trampas. En estas campañas, dónde los consumidores siempre se han guiado por el precio cómo principal y único atractivo de la oferta, entra otra variable en juego, la fiabilidad.
El INCIBE – Instituto Nacional de Ciberseguridad ha hecho un comunicado dónde ha subrayado la importancia de analizar los correos que reciben los usuarios ofreciendo promociones para asegurarse de que es la marca oficial la que los está enviando antes de hacer clic en un enlace, y ha apuntado que se debe también comprobar que la página tiene un apartado de seguridad y privacidad que detalle qué datos recogen y cómo se usan.
Muchos ciberdelincuentes hacen campañas masivas de Phishing o smishing enviando enlaces con descuentos por correo electrónico o SMS. Desde S21sec, advierten a los usuarios de los procesos más comunes de phishing o smishing:
- Engañar a las víctimas dirigiéndolas a webs no oficiales que suplantan a marcas
- Utilizar técnicas de ingeniería social y con ganchos atractivos de ofertas
- Robar la información personal y financiera; como credenciales, números de tarjetas bancarias o el CVV, entre otros.
También, tienen una serie de recomendaciones para los usuarios durante estos días de grandes promociones:
- Sospecha de los correos electrónicos con grandes ofertas
- Ignora correos de remitentes desconocidos y/o no verificados
- Impide la descarga de documentos adjunto o software no fiables
- Verifica que la URL siempre sea legítima
- No facilites credenciales personales salvo que estés seguro
- No rellenes formularios con ningún dato personal en webs no fiables
- Mantén actualizado tanto el sistema operativo como las aplicaciones
- Mantén el antivirus actualizado, cada día surgen nuevas amenazas.
Siempre hay que verificar la veracidad de la fuente que nos está comunicando, más todavía, si hay adjuntos o enlaces sospechosos que redirigen a webs poco fiables.